viernes, 18 de agosto de 2017

Comunicado del FES con motivo del doble atentado islamista en Barcelona y Cambrils


Hace un par de años, desde el Frente de Estudiantes Sindicalistas transmitimos nuestro apoyo al pueblo francés con motivo de los atentados islamistas sufridos en su territorio. Hoy, tras el doble atentado islamista sufrido por España en Barcelona y en Cambrils (Tarragona), deseamos mostrar nuestro apoyo a las víctimas y a sus familiares.
Nuestro país se une a la lista de naciones europeas atacadas por el monstruo que los gobiernos occidentales han alimentado, tanto en el extranjero (dando apoyo diplomático y económico a rebeldes “moderados” frente a regímenes laicos que combatían esta amenaza integrista) como en el interior (con suicidas políticas migratorias y un multiculturalismo erróneo). Como siempre, el pueblo paga por las decisiones de unos gobernantes que parecen no comprender cómo funciona este mundo.
Como estudiantes, rechazamos las políticas educativas de mirar para otro lado que han fomentado los gobiernos socialistas y populares. No estamos ante un problema de integración, tampoco ante una cuestión educativa. Si existe amenaza yihadista en nuestro territorio es porque el modelo multicultural es inviable a causa de la incompatibilidad de valores, sobre todo cuando nos gobierna un modelo político cuyos valores son la ausencia de los mismos. No sirve de nada instruir a los jóvenes de una cultura antagónica a la nuestra mientras proliferan los guettos que rápidamente les harán olvidar dicha educación.

Desde el Frente de Estudiantes Sindicalistas exigimos que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado cumplan con su deber y combatan esta amenaza. No obstante, tenemos muy claro que España necesita un nuevo modelo educativo que sólo vendrá con un Estado que cese la aplicación de políticas endófobas destructoras de nuestra identidad católica e hispana. Tenemos la tarea de construir el movimiento político y social que, además de denunciar la amenaza islamista, apunte hacia el origen de todos los problemas: el capitalismo depredador que, en su búsqueda de mano de obra barata, no tiene reparos en destruir los Estados soberanos de Europa, incluyendo España.

Sustituye pueblo francés por pueblo español. El responsable y el problema continúan siendo los mismos.